¿Odias cuando se te cae algún cosmético y se rompe en mil pedazos? Si eres de las que no tiene mucha suerte y siempre le pasa esto, no te preocupes... ¡hay una solución! Aquí te enseño cómo repararlos:
El primer paso consiste en envolver el cosmético con papel plástico, asegurándote que quede totalmente cubierto. Esto ayudará a ensuciar menos y a no contaminar el producto.
Una vez cubierto, usa la espátula o cuchillo para romper completamente el producto. Aunque tu maquillaje esté roto sólo por un lado, debes romperlo todo para poder emparejarlo todo al mezclar. La idea es que quede como polvos sueltos en vez de compactos.
Luego, remueve la envoltura plástica y agrega unas gotas de alcohol. Es mejor usar un gotero ya que es más preciso; pero si no tuvieses uno, simplemente agrega cuidadosamente el alcohol hasta que tengas una buena consistencia para mezclar (una pasta). Ten cuidado que no te quede muy líquida nomás. La cantidad de alcohol depende del tamaño del cosmético. Normalmente se usa entre 5-10 gotas en general. Mezcla el polvo con el alcohol hasta que el maquillaje quede uniforme.
Después, con la espátula o una cuchara empareja la textura por encima, dándole la forma deseada.
Corrige las imperfecciones de los bordes con la brocha delineadora también.
Puedes limpiar el perímetro del compacto con un hisopo en caso haya quedado muy sucio.
Déjalo secar unas horas o durante la noche hasta que alcohol sea absorbido completamente. Notarás que ya secó por el cambio de color (ya que no se verá húmedo) y el olor a alcohol desvanecerá.
Si quieres reparar tu gel delineador o sombras en crema, haz lo mismo con la excepción de cubrir el producto con papel plástico y chancarlo. Esta textura en gel/crema es más compacta y no necesita ser quebrada. Se reactiva con alcohol, mezclándolo y dándole forma de nuevo. Si no sabes cuándo es que este tipo de cosmético no sirve, es cuando se reseca, rompe o queda muy duro. La aplicación tiende a ser dura y con poca pigmentación, debido a la resequedad. El producto se verá como si se hubiese reducido en tamaño y el envase le quedara grande.
Por último, queda el labial; el más común y fácil de arreglar de todos los cosméticos. Cuando se te parta un labial, simplemente quema el lado del labial que sigue en el envase con una vela o encendedor hasta que se derrita ligeramente y luego pégale el lado que está suelto. Al derretir el producto que es cremoso, creas como una goma que ayuda a adherir la otra parte del labial.
Así que ya saben, sólo porque tus cosméticos se secaron o quebraron, no es razón válida para botarlos a la basura. No sólo se alegrarán por no tener que decirle adiós a su labial o sombra preferida, ¡sino que su billetera se los agradecerá también!
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